viernes, 6 de junio de 2014

Partido Nazi, populismo con raíces esotéricas


Un partido minúsculo que llega a la cúspide del poder, con el apoyo y la inspiración de organizaciones ocultistas.

@xmlema


El Partido Nazi llegó a tener el poder absoluto en Alemania y a amenazar con sus delirios y su locura una parte de Europa. Pero todo tiene un comienzo. Y en este caso hay que remontarse a enero de 1919, en Múnich, cuando Anton Drexler funda el Partido Obrero Alemán. Ya en su cuna, el “movimiento nazi” tiene una estrecha vinculación con la Sociedad Thule( grupo ocultista y racista), colectivo al que pertenece Drexler. Esta organización financiaría esta opción política extremista y nacionalista.


El DAP es el origen del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán.  A este minúsculo partido se acerca Adolf Hitler, cumpliendo una misión de espionaje para el ejército.Lo que  parecía una inflitración, acabó convirtiéndose  en algo muy distinto y el futuro dictador se unió el Partido Obrero Alemán, que un año después de su fundación adoptaría las nuevas siglas. 


De aquellos barros llegarían los lodos del cruel nazismo, porque la subida del  NSDAP(Partido Nazi) fue tremenda. Después del llamado Putsch de Múnich de 1923, el partido fue prohibido y Hitler pasó por la cárcel. En 1925 lo refunda y concurre a varios comicios electorales hasta que en 1932 alcanza más de 13 millones de votos y se convierte en la primera fuerza del Parlamento. Aunque tendrá que esperar hasta 1933 para convertirse en presidente de la República, e iniciar con pasos agigantados a construir su régimen totalitario.




El Partido Nazi y sus raíces esotéricas y ocultistas



Pero detrás de esa trayectoria impresionante, se encuentran varios factores a tener en cuenta. La crisis de Alemania hizo que millones de personas siguieran a Hitler cual flautista de Hamelin. Lo resume muy bien Óscar Herradón, autor de “Los Magos de la Guerra”: "Hitler representaba el papel de un nuevo mesías y jugó sus cartas"utilizando la crisis y a los descontentos del país", añade “y también el miedo que habíaa  una posible revolución rusa”.


Pero resulta evidente resaltar el papel no solo económico sino también ideológico e espiritual de organizaciones como la Sociedad Thule. El propio Óscar Herradón nos destaca el “poso importante que dejaron las sociedades secretas como Thule o los Nuevos Templarios en el Partido Nazi”.


Sobre eses pilares misteriosos se asienta la arquitectura de este partido y la filosofía del Tercer Reich. En “Los Magos de la Guerra”(Cúpula-Enigmas), Herradón Ameal nos habla de toda esa influencia de astrólogos, ocultistas y demás familia en el conjunto del nazismo.

 “El Partido Nazi alcanzó un poder desmesurado siendo una formación minúscula y con pocos seguidores, con raíces místicas y esotéricas que cautivan a la gente” nos recuerda Herradón.






Exorcismo a distancia para Adolf Hitler


La misma puesta en escena de Adolf Hitler en sus discursos, nos lleva a imaginar a una persona en un estado de éxtasis o incluso deu na fase sobrenatural. Para el redactor-jefe de la revista “Enigmas” esto se puede deber más bien  ala propia “teatralidad” de Hitler que “ensayaba la gesticulación y los discursos durante horas”. Todo estaba preparado.


Pero hubo más gente que pensó que Adolf Hitler estaba influido por seres de condición ultraterrenal. Ni más ni menos que el Papa Pio XII, llegó a realizarle varios exorcismos a distancia porque creía que estaba poseido por el demonio.


Pio XII lo intentó en varias ocasiones, en su capilla privada. Así lo atestiguaría años más tarde el historiador y jesuita germano Peter Gumpel, en el relatorio que el mismo realizó para la beatificación de este Pontífice.

Lo que resulta evidente es el idilio que el nazismo mantuvo desde su nacimiento con las cuestiones ocultas y esotéricas.

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