martes, 3 de junio de 2014

Magos y ocultistas detrás de las trincheras

"Los Magos de la Guerra" nos desvela como tanto nazis como los aliados libraron unha guerra "mágica" paralela.
@xmlema



Detrás de la Segunda Guerra mundial hubo más que estrategias militares. Detrás de los tanques y la pólvora, más allá de las trincheras, los combates navales y los bombardeos, se libró una “guerra mágica” de límites insospechados que vamos logrando descifrar gracias a  los expedientes que se van desclasificando y el arduo trabajo de periodistas como Óscar Herradón, que en su libro “Los Magos de la Guerra” (Cúpula-Enigmas) nos aporta las graves de algo que traspasa las fronteras de lo ortodoxo y normal. Si es que en las guerras hay algo que se puede definir como normal.





Los ocultistas tuvieron una papel importante en la  Guerra Mundial


En su entretenido libro, Herradón nos confirma y documenta acerca del “trabajo de astrólogos, magos y ocultistas, incluso gente que decía ser médium, para los servicios de inteligencia tanto de los aliados como de los nazis".En las propias palabras del autor "esto nos hace ver el conflicto desde otro punto de vista. Desde una visión muy diferente pero que también fue relevante".


"Estas habilidades sobrenaturales o mismo el ilusionismo tuvieron un papel importante o sirvieron mucho en el campo de batalla y también tras el frente" apunta el periodista que hace desfilar por su libro a personajes tan llenos de misterio como  Erik Jan Hanussen “el profeta del nazismo”, Rudolf Hess o Karl María Wiligut. Todos con biografías llenas de enigmas.

Si por sus propias influencias e historia, podemos comprender la vinculación del nazismo con las prácticas esotéricas, los aliados no se quedaron rezagados y también participaron en la llamada “guerra mágica”.


Óscar Herradón



Churchill también jugó sus bazas


Se contrató a “astrólogos y ocultistas” para contrarestar la acción de los germanos.“Winston Churchill también era un hombre de fe y cualquier cosa era válida para luchar contra Hitler" matiza Óscar Herradón.


Y así tenemos en el bando aliado a Aleister Crowley. Un personaje controvertido. Ocultista, mago y autodenominado como la “Gran Bestia 666” llegó a colaborar con los servicios secretos británicos en esta guerra.Otro ejemplo es el de Jasper Markelyne , un ilusionista “fichado” por los aliados para tácticas bélicas, y que logró en el continente africano desarrollar técnicas de camuflaje  para los tanques, que resultaron muy exitosas.


En definitiva, “Los magos de la guerra. Ocultismo y espionaje en el Tercer Reich” es un completo viaje por un episodio que no encontró su sitio en los libros de historia tradicionales, pero que aparece como un apéndice necesario para comprender muchas cosas, que forman parte de una crónica inconclusa, un puzzle sin terminar que poco a poco vamos completando con la ayuda de periodistas como Óscar Herradón Ameal, que complementa su actividad como redactor-jefe de una de las revistas veteranas y “con solera” que sobreviven en España, como es “Enigmas” con su labor de escritor.


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