Marcos Rodríguez convivió durante doce años con lobos, culebras, y otros animales.
@xmlema
Después de ver la película “Entrelobos” a uno se le pasan muchas cosas por la cabeza y tiene ganas de viajar al fondo de la cuestión. Porque el film dirigido por Gerardo Olivares en 2010, recrea una historia real y al mismo tiempo sorprendente.
Marcos Rodríguez Pantoja, un niño pobre andaluz de infancia complicada, que acaba abandonado en las entrañas de la naturaleza. En la zona de Sierra Morena. Se las apaña como puede y logra convivir durante doce años con los animales, entablando una especial relación con los lobos.
En sus confesiones al escritor Gabriel Janer, Marcos narra como llegó a domesticar a una culebra, que cuando el joven enfermó, lo ayudó, acercándole unas hierbas medicinales. Fueron años de completa compenetración con el medio. De experiencias casi de ficción.
“Me sentía el rey del valle”
“Me sentía el rey del valle” llegó a confesar Marcos a finales de los años 70. Décadas después, y reintegrado en una sociedad que nunca llegó a entender, vive en Galicia, en el pueblo de Rante(San Cibrao das Viñas).
“Llegó a convivir con los lobos en perfecta armonía, durante doce años en una zona aislada. Tuvo con ellos una relación grande y una comunicación importante, cazando con ellos incluso”. Son las palabras de un experto en los lobos y miembro del colectivo ecologista ADEGA.
Pepe Salvadores conoce a Rodríguez Pantoja y corrobora lo que hace años auguró Janer:”Su calvario comenzó con el trato con la gente. Porque Marcos no entiende el egoísmo, la envidia y las ansias por acumular y no repartir”.
“No quería salir de aquel medio porque era feliz” sentencia el ecologista. Marcos Rodríguez había querido continuar con aquel estilo de vida, fruto de una carambola del destino. Pero lo encontraron y las autoridades lo volvieron a colocar en un tablero donde se siente menos cómodo que en los brazos de la Madre Naturaleza.
FOTOS- Film Entrelobos- Marcos Rodríguez Pantoja
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