viernes, 11 de abril de 2014

Acoso y derribo a Adolfo Suárez


Tras la victoria de 1979, la UCD empezó a recibir duras embestidas políticas.





El 1 de marzo de 1979, Adolfo Suárez y la UCD ganaban sus segundas elecciones generales, con casi 800.000 votos y 47 diputados de ventaja sobre el Partido Socialista que lideraba Felipe González. No alcanzaba la mayoría absoluta.


No tardaría mucho el presidente en sentir los efectos del ataque frontal diseñado por el Partido Socialista. El número dos y responsable de la campaña electoral socialista, Alfonso Guerra, aseguraba que el “voto del miedo” fuera determinante para la victoria centrista. El mismo Felipe González se negó a felicitar al vencedor Suárez por estar en desacuerdo “en como llevaron la campaña y en los ataques contra nosotros”, declaraba a los medios.


La legislatura se presentaba complicada y así fue. Las informaciones de las hemerotecas coinciden con la opinión del historiador Jesús Palacios:”El PSOE rompe la concordia y el consenso después de las elecciones de  marzo 1979, acusa a Adolfo Suárez de hacer juego sucio en la campaña electoral y se precipita sobre Suárez”.


“Se desató una campaña terrorífica de acoso y derribo a Adolfo, porque era el que tiraba por los votos de la UCD” recuerda el exlíder de la UCD gallega, Enrique Marfany, asegurando que “ya lo empezaron a atacar nada más tomar posesión”.


Aunque para el intento de golpe de estado del 23-F faltaban casi dos años, en este tiempo se comenzó a tejer lo que Jesús Palacios denominó como la “Operación de Gaulle”. Hay una opinión coincidente de que “Suárez llevaba las reformas por mal camino” y es cuando un grupo de “civiles, políticos y también miembros del servicio de inteligencia, van analizando la situación” y buscando alternativas.

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